William La guía de Suba

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Lugares de interés

¡TODO EN PLAZA IMPERIAL! Plaza Imperial es un innovador centro comercial que cuenta con una trayectoria de 14 años en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, con un área construida de 138.377 metros cuadrados, siendo uno de los centros comerciales más grandes del país. Se encuentra ubicado en la Avenida Ciudad de Cali, con Avenida Suba.   Ofrece: Amplias alternativas comerciales de productos y servicios; entretenimiento y esparcimiento con  altos estándares de calidad, seguridad, comodidad y excelente ubicación.   Cuenta con: 239 locales, de formato grande y mediano. Seis salas de cine, entretenimiento infantil, gran oferta gastronómica.   1.351 parqueaderos automatizados con tecnología europea PKE, distribuidos en sótanos y subsótanos.   Marcas anclas y semi-anclas: Jumbo, Falabella, Home Center, Cinemark, Playland, Bodytech, Arturo Calle, y Panamericana.
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Cinemark Plaza Imperial
106-20 Cra. 107
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¡TODO EN PLAZA IMPERIAL! Plaza Imperial es un innovador centro comercial que cuenta con una trayectoria de 14 años en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, con un área construida de 138.377 metros cuadrados, siendo uno de los centros comerciales más grandes del país. Se encuentra ubicado en la Avenida Ciudad de Cali, con Avenida Suba.   Ofrece: Amplias alternativas comerciales de productos y servicios; entretenimiento y esparcimiento con  altos estándares de calidad, seguridad, comodidad y excelente ubicación.   Cuenta con: 239 locales, de formato grande y mediano. Seis salas de cine, entretenimiento infantil, gran oferta gastronómica.   1.351 parqueaderos automatizados con tecnología europea PKE, distribuidos en sótanos y subsótanos.   Marcas anclas y semi-anclas: Jumbo, Falabella, Home Center, Cinemark, Playland, Bodytech, Arturo Calle, y Panamericana.
En 1967 había en Bogotá 2.679 autobuses urbanos que transportaron, en promedio, 1.629.254 pasajeros por día. En esta época, cuando la ciudad era de un poco más de un millón de habitantes y tenía 8.000 hectáreas de extensión, el servicio era relativamente razonable y cómodo. Pero a medida que la ciudad creció y llegó a alcanzar más de cinco millones de habitantes y una extensión superior a 30.000 hectáreas, no sólo aumentó sustancialmente el parque automotor hasta alcanzar más de 20.000 vehículos, sino que se multiplicaron la anarquía, el caos, la ineficiencia, la incomodidad y la contaminación. Desde los años 60 hasta los 90, el transporte colectivo corre,  en su gran mayoría, por cuenta de empresarios privados, de manera anárquica, incomoda, costosa e insostenible y que, desde mediados de los 80 y, sobre todo, a finales de los 90, hace crisis. Esta crisis es fruto de la simple extensión de la ciudad, el aumento de la población y del parque automotor manteniéndose la infraestructura vial de la época. Para finales del siglo XX la situación era crítica. No existía un verdadero sistema de transporte público urbano que sirviera como alternativa al vehículo particular - lo cual incentivaba aún más su uso  - y la ciudad registraba bajos niveles de competitividad a nivel latinoamericano y una insatisfactoria calidad de vida de la gran mayoría de sus habitantes. Las administraciones de los alcaldes Andrés Pastrana (1988-1990) y Jaime Castro (1992-1994),  además de la primera de Antanas Mockus (1995 - 1997), formularon propuestas para solucionar el problema de transporte público, con resultados limitados. Fue durante la alcaldía de este último cuando se habló insistentemente de la posibilidad de establecer un sistema de transporte masivo que contribuyera a remediar la problemática de la movilidad en Bogotá. El alcalde Enrique Peñalosa (1998-2000) incluyó en su programa de gobierno, como proyecto prioritario, ofrecer a la ciudad una solución al problema del transporte público. En consecuencia, en la ejecución del plan de desarrollo Por la Bogotá que queremos en cuanto a movilidad y de manera concreta al proyecto del sistema de transporte masivo, se determinó la construcción de una infraestructura especial destinada de manera específica  y exclusiva a su operación, a partir de corredores troncales especializados, dotados de carriles de uso único, estaciones, puentes, ciclorutas y plazoletas de acceso peatonal especial, diseñados para facilitar el uso del sistema a los usuario. En consecuencia, y con base en los estudios efectuados durante la primera administración del alcalde Antanas Mockus por la Japan International Cooperation Agency (JICA), los cuales determinaron que el metro no era la opción más conveniente a corto plazo, pues sólo a quince o veinte años se necesitaría una línea y que su costo era diez veces mayor a la alternativa de buses articulados, se decidió, como la solución al problema del transporte público la creación del Sistema TransMilenio, sustentado en cuatro pilares: Respeto a la vida, representado en un servicio cómodo, seguro y moderno. Respeto al tiempo de la gente, con un sistema de transporte que cumpla estándares mínimos de calidad en cuanto a itinerarios y tiempo de desplazamiento. Respeto a la diversidad ciudadana, pues se convertiría en un sistema de transporte en el que converjan las diferentes clases sociales sin preferencias de ninguna clase y, por el contrario, trato igualitario. Calidad internacional, cumpliendo con los requisitos mínimos señalados por la ingeniería del transporte para la prestación de un servicio cómodo, seguro y efectivo. Después de no pocos inconvenientes, entre ellos la oposición de algunos concejales y empresarios del transporte, el Concejo de Bogotá aprobó el proyecto para la creación del sistema por medio del acuerdo 04 de 1999, que autorizó al alcalde mayor, en representación de Bogotá D.C., para participar conjuntamente con otras entidades del orden distrital en la constitución de la Empresa de Transporte de Tercer Milenio, TRANSMILENIO S.A., dada el 13 de octubre de 1999 como sociedad por acciones, bajo la forma de sociedad anónima de carácter comercial con aportes públicos. TRANSMILENIO S.A. es el ente gestor del Sistema, la entidad encargada de coordinar los diferentes actores, planear, gestionar y controlar la prestación del servicio público de transporte masivo urbano de pasajeros, y tiene la responsabilidad de la prestación eficiente y permanente del servicio. Es así como el 18 de diciembre de 2000, se inauguró la primera ruta que comenzó a operar con 14 buses entre las calles ochenta y sexta por la troncal de la Caracas. Durante este período se entregaron las troncales: Autonorte, Calle 80 y Caracas. En el segundo período de administración del Alcalde Antanas Mockus (2001-2003) incluyó en el plan de desarrollo Bogotá para vivir todos del mismo lado, la meta de disminuir en un 20% los tiempos de desplazamiento de las personas en la ciudad y los proyectos prioritarios fueron las tres nuevas troncales de transporte masivo: Américas, NQS y Avenida Suba.
Portal De Suba
En 1967 había en Bogotá 2.679 autobuses urbanos que transportaron, en promedio, 1.629.254 pasajeros por día. En esta época, cuando la ciudad era de un poco más de un millón de habitantes y tenía 8.000 hectáreas de extensión, el servicio era relativamente razonable y cómodo. Pero a medida que la ciudad creció y llegó a alcanzar más de cinco millones de habitantes y una extensión superior a 30.000 hectáreas, no sólo aumentó sustancialmente el parque automotor hasta alcanzar más de 20.000 vehículos, sino que se multiplicaron la anarquía, el caos, la ineficiencia, la incomodidad y la contaminación. Desde los años 60 hasta los 90, el transporte colectivo corre,  en su gran mayoría, por cuenta de empresarios privados, de manera anárquica, incomoda, costosa e insostenible y que, desde mediados de los 80 y, sobre todo, a finales de los 90, hace crisis. Esta crisis es fruto de la simple extensión de la ciudad, el aumento de la población y del parque automotor manteniéndose la infraestructura vial de la época. Para finales del siglo XX la situación era crítica. No existía un verdadero sistema de transporte público urbano que sirviera como alternativa al vehículo particular - lo cual incentivaba aún más su uso  - y la ciudad registraba bajos niveles de competitividad a nivel latinoamericano y una insatisfactoria calidad de vida de la gran mayoría de sus habitantes. Las administraciones de los alcaldes Andrés Pastrana (1988-1990) y Jaime Castro (1992-1994),  además de la primera de Antanas Mockus (1995 - 1997), formularon propuestas para solucionar el problema de transporte público, con resultados limitados. Fue durante la alcaldía de este último cuando se habló insistentemente de la posibilidad de establecer un sistema de transporte masivo que contribuyera a remediar la problemática de la movilidad en Bogotá. El alcalde Enrique Peñalosa (1998-2000) incluyó en su programa de gobierno, como proyecto prioritario, ofrecer a la ciudad una solución al problema del transporte público. En consecuencia, en la ejecución del plan de desarrollo Por la Bogotá que queremos en cuanto a movilidad y de manera concreta al proyecto del sistema de transporte masivo, se determinó la construcción de una infraestructura especial destinada de manera específica  y exclusiva a su operación, a partir de corredores troncales especializados, dotados de carriles de uso único, estaciones, puentes, ciclorutas y plazoletas de acceso peatonal especial, diseñados para facilitar el uso del sistema a los usuario. En consecuencia, y con base en los estudios efectuados durante la primera administración del alcalde Antanas Mockus por la Japan International Cooperation Agency (JICA), los cuales determinaron que el metro no era la opción más conveniente a corto plazo, pues sólo a quince o veinte años se necesitaría una línea y que su costo era diez veces mayor a la alternativa de buses articulados, se decidió, como la solución al problema del transporte público la creación del Sistema TransMilenio, sustentado en cuatro pilares: Respeto a la vida, representado en un servicio cómodo, seguro y moderno. Respeto al tiempo de la gente, con un sistema de transporte que cumpla estándares mínimos de calidad en cuanto a itinerarios y tiempo de desplazamiento. Respeto a la diversidad ciudadana, pues se convertiría en un sistema de transporte en el que converjan las diferentes clases sociales sin preferencias de ninguna clase y, por el contrario, trato igualitario. Calidad internacional, cumpliendo con los requisitos mínimos señalados por la ingeniería del transporte para la prestación de un servicio cómodo, seguro y efectivo. Después de no pocos inconvenientes, entre ellos la oposición de algunos concejales y empresarios del transporte, el Concejo de Bogotá aprobó el proyecto para la creación del sistema por medio del acuerdo 04 de 1999, que autorizó al alcalde mayor, en representación de Bogotá D.C., para participar conjuntamente con otras entidades del orden distrital en la constitución de la Empresa de Transporte de Tercer Milenio, TRANSMILENIO S.A., dada el 13 de octubre de 1999 como sociedad por acciones, bajo la forma de sociedad anónima de carácter comercial con aportes públicos. TRANSMILENIO S.A. es el ente gestor del Sistema, la entidad encargada de coordinar los diferentes actores, planear, gestionar y controlar la prestación del servicio público de transporte masivo urbano de pasajeros, y tiene la responsabilidad de la prestación eficiente y permanente del servicio. Es así como el 18 de diciembre de 2000, se inauguró la primera ruta que comenzó a operar con 14 buses entre las calles ochenta y sexta por la troncal de la Caracas. Durante este período se entregaron las troncales: Autonorte, Calle 80 y Caracas. En el segundo período de administración del Alcalde Antanas Mockus (2001-2003) incluyó en el plan de desarrollo Bogotá para vivir todos del mismo lado, la meta de disminuir en un 20% los tiempos de desplazamiento de las personas en la ciudad y los proyectos prioritarios fueron las tres nuevas troncales de transporte masivo: Américas, NQS y Avenida Suba.
El Parque Mirador de los Nevados es un parque metropolitano ubicado en la localidad de Suba, al Norte de Bogotá en Colombia, específicamente en la Carrera 86A n.º 145-50. Presenta una extensión de 6 hectáreas y cuenta con senderos, mirador sobre el occidente de la ciudad y relictos de flora y fauna nativa.[1]​ Recibe este nombre pues, desde su mirador, en días despejados, se pueden observar el Nevado del Tolima, el Nevado del Cisne, el Nevado del Ruiz y el Nevado de Santa Isabel ubicados en la Cordillera Central de los Andes colombianos. El parque forma parte del resguardo indígena de Suba, se encuentra ubicado a 2882 metros sobre el nivel del mar y presenta una forma cóncava. Tiene forma de una rotonda gigante y quienes lo visiten se encontrarán con 9 puntos clave para visitar: la Plazoleta del Reloj, la Plazoleta Sua, la quebrada La Toma, los Obeliscos, la Plazoleta Moxa, la Plazoleta del Mirador, la Plazoleta del Equinoccio, la Plazoleta Bochica y la Plazoleta Astral o Bachué. El Parque Mirador de los Nevados es un referente de alto valor ambiental y paisajístico que permite el disfrute pasivo y el aprendizaje. Para llegar al sitio los visitantes deben dirigirse a la Plaza Central de Suba y luego subir por el costado norte de la iglesia. Posteriormente cruzar a la izquierda y otra cuadra a la derecha, desde allí ya se divisa la portería de acceso. Este es un parque en donde habitan distintas especies únicas.
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Parque Mirador de Los Nevados
13350 Carrera 87
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El Parque Mirador de los Nevados es un parque metropolitano ubicado en la localidad de Suba, al Norte de Bogotá en Colombia, específicamente en la Carrera 86A n.º 145-50. Presenta una extensión de 6 hectáreas y cuenta con senderos, mirador sobre el occidente de la ciudad y relictos de flora y fauna nativa.[1]​ Recibe este nombre pues, desde su mirador, en días despejados, se pueden observar el Nevado del Tolima, el Nevado del Cisne, el Nevado del Ruiz y el Nevado de Santa Isabel ubicados en la Cordillera Central de los Andes colombianos. El parque forma parte del resguardo indígena de Suba, se encuentra ubicado a 2882 metros sobre el nivel del mar y presenta una forma cóncava. Tiene forma de una rotonda gigante y quienes lo visiten se encontrarán con 9 puntos clave para visitar: la Plazoleta del Reloj, la Plazoleta Sua, la quebrada La Toma, los Obeliscos, la Plazoleta Moxa, la Plazoleta del Mirador, la Plazoleta del Equinoccio, la Plazoleta Bochica y la Plazoleta Astral o Bachué. El Parque Mirador de los Nevados es un referente de alto valor ambiental y paisajístico que permite el disfrute pasivo y el aprendizaje. Para llegar al sitio los visitantes deben dirigirse a la Plaza Central de Suba y luego subir por el costado norte de la iglesia. Posteriormente cruzar a la izquierda y otra cuadra a la derecha, desde allí ya se divisa la portería de acceso. Este es un parque en donde habitan distintas especies únicas.
El Parque Ecológico Distrital de Humedal (PEDH) Juan Amarillo, cuenta con la máxima certificación ambiental a nivel mundial RAMSAR, como resultado del trabajo que se viene adelantando para la conservación de la biodiversidad en estos espacios considerados Áreas Protegidas del Distrito, que hacen parte de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá. El Parque Ecológico Distrital Humedal (PEDH) Juan amarillo o Tibabuyes, recibe su nombre chibcha que quiere decir “tierra de labranza” o “labradores”, gracias a la riqueza del terreno que servía como punto de encuentro de este pueblo Muisca, en el que se realizaban actividades de agricultura y pesca. Mediante el Art. 1 del Acuerdo 19 de 1994, se declara la laguna de Juan Amarillo Tibabuyes como Reserva Ambiental Natural y a través del Art. 95 del Decreto 190 de 2004 el nombre del PEDH Juan Amarillo fue igualmente declarado. Este humedal se encuentra ubicado entre las localidades de Suba y Engativá, siendo el más extenso de la sabana de Bogotá. En su parte final se conecta con la cuenca Salitre y desemboca en el río Bogotá. Este espacio, el cual se encuentra dividido por tres tercios: alto, medio y bajo cuenta con una gran variedad de flora y fauna y posee las siguientes características: Tercio alto: conocido como la laguna del Tibabuyes es el hábitat de aves endémicas como la garza bueyera, garza real, tingüa de pico amarillo, patico zambullidor y garza nocturna; aves migratorias nacionales como alcaraván, ibis de cara roja y el cormorán; e internacionales como las tringas. En la vegetación acuática se encuentran plantas como enea, buchón y helecho de agua. En la vegetación terrestre se contemplan plantas tales como: nogal, roble, cedro, abutilon, mermelada, entre otras. Tercio medio: en él se encuentran animales como la chucua de los curies. En términos de avifauna hacen presencia especies como: la tingüa de pico rojo, garrapatero, chirlo birlo, bichofué, gavilán maromero y pato turrio. En uno de los canales afluentes al tercio se localizan los peces guppys; en cuanto a la vegetación acuática se incluyen el junco, la enea, botoncillo y barbasco y en lo correspondiente a su vegetación terrestre se encuentran la higuerilla, zarzamora, pasto kikuyo, uchuva, arbolocos, sauce, entre otras plantas de porte alto. Tercio bajo: allí hacen presencia especies de avifauna acuática como la focha, tingüa de pico y tingüa bogotana, monjitas y el cucarachero. En la vegetación acuática se cuentan el junco, la enea, buchón y botoncillo. Su vegetación terrestre la conforman los alisos entre otras especies de porte alto.
Tibabuyes
  El Parque Ecológico Distrital de Humedal (PEDH) Juan Amarillo, cuenta con la máxima certificación ambiental a nivel mundial RAMSAR, como resultado del trabajo que se viene adelantando para la conservación de la biodiversidad en estos espacios considerados Áreas Protegidas del Distrito, que hacen parte de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá. El Parque Ecológico Distrital Humedal (PEDH) Juan amarillo o Tibabuyes, recibe su nombre chibcha que quiere decir “tierra de labranza” o “labradores”, gracias a la riqueza del terreno que servía como punto de encuentro de este pueblo Muisca, en el que se realizaban actividades de agricultura y pesca. Mediante el Art. 1 del Acuerdo 19 de 1994, se declara la laguna de Juan Amarillo Tibabuyes como Reserva Ambiental Natural y a través del Art. 95 del Decreto 190 de 2004 el nombre del PEDH Juan Amarillo fue igualmente declarado. Este humedal se encuentra ubicado entre las localidades de Suba y Engativá, siendo el más extenso de la sabana de Bogotá. En su parte final se conecta con la cuenca Salitre y desemboca en el río Bogotá. Este espacio, el cual se encuentra dividido por tres tercios: alto, medio y bajo cuenta con una gran variedad de flora y fauna y posee las siguientes características: Tercio alto: conocido como la laguna del Tibabuyes es el hábitat de aves endémicas como la garza bueyera, garza real, tingüa de pico amarillo, patico zambullidor y garza nocturna; aves migratorias nacionales como alcaraván, ibis de cara roja y el cormorán; e internacionales como las tringas. En la vegetación acuática se encuentran plantas como enea, buchón y helecho de agua. En la vegetación terrestre se contemplan plantas tales como: nogal, roble, cedro, abutilon, mermelada, entre otras. Tercio medio: en él se encuentran animales como la chucua de los curies. En términos de avifauna hacen presencia especies como: la tingüa de pico rojo, garrapatero, chirlo birlo, bichofué, gavilán maromero y pato turrio. En uno de los canales afluentes al tercio se localizan los peces guppys; en cuanto a la vegetación acuática se incluyen el junco, la enea, botoncillo y barbasco y en lo correspondiente a su vegetación terrestre se encuentran la higuerilla, zarzamora, pasto kikuyo, uchuva, arbolocos, sauce, entre otras plantas de porte alto. Tercio bajo: allí hacen presencia especies de avifauna acuática como la focha, tingüa de pico y tingüa bogotana, monjitas y el cucarachero. En la vegetación acuática se cuentan el junco, la enea, buchón y botoncillo. Su vegetación terrestre la conforman los alisos entre otras especies de porte alto.